Existió una vez, un mundo de colores en el que tú y yo formábamos parte de él y, nos encantaba.
En las mañanas despejadas, el protagonista era Azul.
Cuando Azul se retiraba a dormir, cobraba protagonismo Naranja, y aunque su intervención era muy breve, todos los que allí vivíamos, admirábamos lo que durante ese corto espacio de tiempo nos regalaba.
Negro y su amigo Gris velaban para que todo estuviera en calma por la noche.
Todos ellos ayudaban a que el resto de pobladores lleváramos una vida pacífica y sin demasiados sobresaltos. Así, nos avisaban para que recibiéramos, con alegría, al luminoso Blanco y al brillante Amarillo.
Después de haber dado la bienvenida a todos y cada uno, mirábamos a los ojos a Verde quien, con una sonrisa, nos invitaba a sentarnos encima de Marrón, la alfombra más grande del mundo...y juntos sin pereza, empezábamos a contarnos historias. Historias increíbles que...